jueves, 16 de septiembre de 2010

Las Anjanas son seres menudos, hermosos, delicados y bondadosos que hacen frente al descomunal, horrible, feroz y malvado Ojáncano. Si sólo existiera el Ojáncano, azote de Cantabria, el símbolo y compendio de todos los males que le afligen... la vida del montañés sería insufrible... Pero... afortunadamente existen las Anjanas...
La Anjana es una hermosísima ninfa de medio metro de estatura, ojos rasgados, pupilas negras o azules y brillantes como luceros, y mirada serena y amorosa. Tiene unas largas trenzas de color azabache u oro adornadas con lacitos y cintas de seda multicolores... y se ciñe a la cabeza una hermosa corona de flores silvestres.
Su piel es blanquísima y siempre lleva una cruz encarnada... su voz es de ruiseñor y tiene unas alas prácticamente imperceptibles, casi transparentes, que la hacen parecer una mariposa...
Normalmente viste una blanca túnica larga de lana fina con pintas relucientes como estrellas y una larga capa azul con pespuntes rojos y dorados... En invierno... la capa es negra... Lleve una vara verde de mimbre o de espino con una estrella en la punta que brilla cada día de la semana con una luz distinta y una botellita con un brebaje milagroso para reanimar a los enfermos.
Vive en grutas recónditas que son verdaderos palacios de suelo de oro y paredes de plata escondidas en fuentes y manantiales. Vive cuatro siglos y puede transformarse en lo que desee y hacerse invisible.
La principal ocupación de La Anjana es premiar a la gente que hace el bien, que es generosa... Bendice las aguas, los árboles y el ganado... ayuda a los pobres, a los que sufren, a los que se extravían en el bosque...
Moza del Agua.


Pero... La Anjana también castiga a aquellos que la desobedecen...
Parece que su poder sobrenatural viene de una potencia superior... pues también ellas pueden ser castigadas cuando se enamoran de un mortal... para ellas enamorarse de un mortal es renegar su esencia...
Pero... todo esto es excepcional... y La Anjana es la bondad que arropa toda Cantabria.
Conozcamos algunas...
Las Hechiceras del Ebro:
Hechicera del Ebro.
Son hadas bondadosas y muy lindas que frecuentan el silencio de las ruinas cercanas al río, el sosiego de los caminos apartados, la paz de las riberas de los arroyos... Coronan sus cabellos negros con espigas de trigo, y andan descalzas sembrando de alegría y riqueza en los hogares desamparados y en los corazones que sufren pena.
Las Mozas del Agua:
Habitan en los manantiales y remansos de los ríos. Son pequeñísimas y lucen una estrella sobre la frente... Descalzas, con capas de plata, cada alborada, salen a tender las madejas de oro que hilan por la noche... Si algún mozo logra coger una hebra de las madejas, las mozas tiran del hilo, arrastrando al muchacho a sus palacios subterráneos, llenos de riquezas, para casarlo con la más guapa de todas...
Les encanta bailar y cantar llenas de alegría... Según bailan, brotan en cada pisada... unas florecillas amarillas y rojas de vida muy efímera... ya que se deshacen en el aire como las espuma... Se dice que si alguien consigue coger una de estas flores antes de que se deshaga, será feliz y rico toda la vida... pero... todavía no se conoce a nadie que haya logrado tal dicha.

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